Como principio para la lectura de Guimarães Rosa, el lector deberá considerar, frente al texto y metido en él, la cercanía y la distancia que Guimarães Rosa establece con el escenario, la toponimia, la correspondencia entre lo real/lo irreal, con la geografía, el "es y no es" permanente en la lectura de los textos roseanos.
Guimarães Rosa no sólo marcó una distancia con el antiguo regionalismo por diferencias en la actitud del escritor, por lo que se cuenta y cómo se cuenta, cercano a la novela moderna experimental, sino también por el trato que le da al idioma, y por el sentido altamente problemático que involucra la incorporación de urdimbres narrativas y resonancias de todas las tradiciones literarias de Oriente y Occidente en una alegoría del mundo representada en el Sertón.