En 1702 el obispo fray Ángel de Maldonado comenzó una intensa investigación sobre idolatría en la Sierra Norte. El obispo estaba convencido de que los dominicos no eran capaces de detener las prácticas religiosas indígenas en la región y vio la solución en la secularización y el aumento de religiosos. La investigación produjo gran cantidad de confesiones individuales y colectivas sobre la religión, los rituales y las costumbres mesoamericanas todavía existentes en la Sierra. Este volumen contiene la trascripción de los documentos producidos por la investigación del obispo Maldonado. Con los documentos de Balsalobre, esta documentación constituye la descripción más pormenorizada de la religión y los rituales zapotecos a nuestra disposición. A casi 200 años después de la Conquista, estos textos son una prueba manifiesta de que la "cristianización" de los pueblos indígenas estuvo lejos de ser consumada.