El libro da muestra del trabajo y desempeño del Gobierno de la Ciudad de México durante el periodo 2000-2006, que posó en una lógica de representación basada en el uso clientelar de la política social, el cual tuvo como resultado el incremento en los niveles de identificación política con el Partido de la Revolución Democrática (PRD). En un contexto en el cual los partidos políticos se han adaptado a un panorama social fragmentado por la permanencia de altos niveles de desigualdad, el crecimiento del perredismo, en un periodo tan corto, se explica por el beneficio directo e indirecto que reportaron los programas sociales, principalmente aquellos que significaron transferencias de renta directa y que se pusieron en marcha en las delegaciones políticas de la Ciudad de México caracterizadas por su alto grado de marginación y pobreza.