Bajo, la premisa de que la primera globalización del capitalismo estadounidense iniciada tras 1918, desemboca en el nacionalismo exacerbado de los fascismos europeos y la confrontación con la URSS, los autores de este texto trazan las similitudes y desemejanzas entre nuestro tiempo global y la era llamada del totalitarismo.

Para el establishment académico, el imperialismo paralelo del librecambismo pragmático y la Seguridad Nacional de los Estados Unidos desplazan desde 1945 la configuración europea del totalitarismo de derecha y en 1989 el totalitarismo de izquierda de la Unión Soviética, dando con ello fin a la historia. No obstante, la obsesión neoconservadora de hacer suyo el siglo XXI y los eventos de septiembre de 2001 que los enfrentan con los antiguos aliados fundamentalistas, llevan a un totalitarismo darwiniano que crea un universo de incertidumbre y terror que vuelve impredecible al mundo norteamericano en su relación con el resto del mundo.