La obra del escultor Sebastián ha guardado, desde hace años, una estrecha y fructífera relación con la Universidad Nacional Autónoma de México. Este vínculo se ha materializado de manera contundente en el Espacio escultórico de la Ciudad Universitaria, donde fue plasmada la huella trascendental del geometrismo mexicano. Ahí las esculturas de Sebastián difunden -junto a las de otros grandes artistas plásticos, como Helen Escobedo, Manuel Felguérez, Mathias Goeritz, Hersúa y Federico Silva- una alternativa visual y conceptual que ha abierto nuevos cauces para la escultura y la imaginación artística.

El trabajo de Sebastián se relaciona también con el espíritu mismo de la Universidad, en el que las distintas disciplinas se conjugan armónicamente para formar una visión integral. Del mismo modo, en la obra del escultor chihuahuense se reúnen estudio e inspiración, ciencias y artes, matemáticas y letras, humanidades y tecnología, a la manera de los artistas del Renacimiento.